Como me convertí en una Maid Sexual. Capítulo 14. (Patreon)

Esta es una larga historia donde os contaré poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada. 

Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo). 

También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí. 

Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.

CAPÍTULO  14

CONFESIÓN

Nunca había sentido que la vida pudiese tambalearse de una forma positiva. Todo estaba desordenado en mi mente pero era placentero sentirlo así. 

Me cuestionaba mi orientación sexual, mis límites en el sexo, mis principios morales y si todo lo que ocurría allí era correcto, pero cada vez que pensaba en cualquier cosa relacionada con la mansión acababa masturbándome, nunca había estado tan excitada.

Me dirigía de nuevo a trabajar mientras pensaba en Lola, había metido mis dedos en ella y no podía olvidarlo, no sabía cómo actuar cuando volviese a verla.

Ese problema iba a resolverse pronto, al llegar allí fue ella la que me abrió la puerta.

-Lola: Hola.

-Yo: Hola.

Ella estaba un poco menos efusiva que de costumbre, imaginaba que era por lo que había sucedido entre nosotras.

-Lola: Charlotte quiere hablar con nosotras.

Eso no me lo esperaba.

-Yo: ¿Solo con las dos?

-Lola: Si.

-Yo: ¿Crees que será algo malo?

-Lola: No creo. <<Dijo mientras reía, volviendo a ser ella misma de nuevo.>>

Ella me acompañó a cambiarme antes de ir con Charlotte. Mientras me cambiaba decidí hablar con ella.

-Yo: ¿Sabes? Todo esto es nuevo y diferente para mí. Nunca había hecho nada con otra chica.

-Lola: Es un honor entonces haber sido la primera para ti. ¿Te gustó?

-Yo: Si… pero no fue solo eso, la situación me excitó bastante también. ¿Cómo tienes el culo? ¿Te duele?

Lola se levantó la falda y deslizó sus bragas para enseñarme una de sus nalgas y estaban rojas y con algunas heridas. Me sentí muy mal al verlo pero antes de poder decir nada ella habló.

-Lola: Tener el culo así me pone a 100.

-Yo: ¿De verdad?

-Lola: Ojalá algún día puedas repetírmelo.

Esas palabras me pusieron un poco cachonda, pero lo disimulé y no dije nada.

Seguimos hablando un poco más y podríamos decir que todo volvió a la normalidad entre Lola y yo, eso me gustaba ya que me sentía muy cómoda con ella.

Antes de darme cuenta estábamos frente al despacho de Charlotte. Lola golpeó la puerta animadamente.

-Charlotte: Adelante.

Ambas entramos en el despacho.

-Charlotte: Cristina, dejamos a solas un momento.

-Cristina: Si mi ama.

Ella salió del interior del escritorio de Charlotte y abandonó la habitación. Esta vez había dos sillas allí así que ella nos estaba esperando. Nos sentamos y Charlotte habló:

-Charlotte: Tengo que deciros 3 cosas, una a Marta, otra a Lola y otra a las dos. Empezaré contigo Lola. ¿Qué tal los castigos?

-Lola: Maravilloso, me he sentido como usted durante un día, he tenido la atención de todos los trabajadores.

-Charlotte: Cuéntame todos los castigos que te han hecho.

-Lola: El primero fue el suyo, me dejó atada en la pared durante horas con el consolador dentro y los ojos tapados. Después llegó Felipe y me hizo beberme su semen en un condón mientras seguía atada, seguramente había más de una corrida, tuve que tragar mucho.

-Charlotte: Sí, a Felipe no le dejo masturbarse y acumula mucho semen, ese día le deje así que seguramente te dio todo lo que pudo.

-Lola: Después llegó Cristina, cambió mi posición, me ató en la mesa y comenzó a azotarme. Después llegó Marta y me taparon los ojos y los oídos y me azotaron más fuerte. Todavía no se bien si fue Cristina o Marta la que me azotó con tanta pasión.

Había sido yo, sentí bastante vergüenza en ese momento.

-Lola: Finalmente llegó Roberto y se corrió en mi cara mientras me azotaban y después estuvo un rato follando conmigo. Me desató y lo hicimos en el salón durante mucho rato, también me hizo sexo anal bastante fuerte.

Yo me fui y no vi esa parte, pero el pene de Roberto es bastante grande y el anal debía ser realmente doloroso con él, o eso pensé ya que nunca había tenido sexo anal.

-Charlotte: Muy bien. Hoy están aquí David y Nuria, que no pudieron castigarte el otro día. ¿Te parece bien si te castigan hoy?

-Lola: ¡Claro! Qué bien, me encanta la idea.

-Charlotte: Bueno, ahora otro asunto que os concierne a las dos. Es la primera vez que veo que dos de mis trabajadores se llevan tan bien. Me parece estupendo pero quiero aclararos que a partir de ahora no podréis tener sexo entre vosotras sin mi permiso.

-Lola: A mí me gusta Marta, es verdad, pero estoy enamorada de usted Charlotte y haría lo que fuese por mi ama. Lo que hice con Marta fue un error y por eso asumo el castigo.

-Yo: A mí me gustaría hablar en privado contigo Charlotte.

Fui un poco aguafiestas al decir eso pero seguía sintiéndome un poco más incómoda con Lola que con Charlotte.

-Charlotte: Muy bien, Lola puedes irte. Creo que David y Nuria te esperan en el jardín para tu castigo.

-Lola: Muy bien mi ama.

Lola se fue y me quedé a solas con Charlotte.

-Charlotte: Tengo algo que decirte pero creo que querías decirme algo antes.

-Yo: Solo quería decirte que todo esto sigue siendo muy intenso para mi, cada día me sorprende y con Lola me llevo muy bien pero realmente no quería nada con ella, solo me dejé llevar y…

Charlotte me interrumpió:

-Charlotte: No hay ningún problema, de hecho me alegro de que te estés liberando así.

Lo que dije ahora es tan importante que quiero subrayarlo, por alguna razón me dejé llevar.

-Yo: Lola acaba de decir que está enamorada de ti. Yo nunca me había sentido atraída por una mujer, pero de alguna forma yo también me siento atraída por ti Charlotte.

Tras decir aquello hubo un pequeño silencio.

-Charlotte: Lo que acabas de decir…

¡Charlotte comenzó a emocionarse un poco! Yo no sabía cómo actuar.

-Charlotte: Todos los que trabajan aquí me han dicho eso en algún momento, y yo también siento algo especial por todos mis trabajadores. Es muy difícil de explicar, pero me gustaría decirte que yo también siento algo por ti.

Me quedé impactada. Estaba confesándole que me sentía atraída por ella y ella también sentía lo mismo.

-Charlotte: Marta, este tipo de relación es muy complicada por mi forma de ser. Soy una dómina, me encanta dominar a los demás y por si fuese poco también siento algo por el resto de trabajadores que trabajan aquí. ¿Te gustaría enamorarte de mí sabiendo todo esto?

-Yo: Lo hablamos hace unos días en el jardín y desde entonces lo he estado pensando. Con Lola lo pasé muy bien el otro día, pero a quien no puedo quitarme de la cabeza es a ti.

-Charlotte: Ponte de pie.

Hice lo que me dijo, ella también se levantó y se acercó a mí.

-Charlotte: ¿Te masturbas pensando en mi?

-Yo: Si.

-Charlotte: ¿Qué te gusta imaginar que me haces o que yo te hago?

Mientras hablaba seguía acercándose a mí.

-Yo: Me gusta imaginar que te hago un cunnilingus mientras me masturbo, aunque no sé si sabría hacerlo bien.

-Charlotte: ¿Y qué estarías dispuesta a hacer por mi?

-Yo: Por ahora todo lo que he visto en esta casa.

Yo era bastante más alta que ella y parecía que quería besarme.

-Charlotte: Ponte de rodillas.

Me puse de rodillas y ahora era yo quien tenía que levantar la cabeza para mirarla. Cuando la miré ella agachó la cabeza para besarme.

Charlotte me agarró de la cabeza para besarme y yo le devolví el beso. Era un beso muy apasionado y sin descanso. Rápidamente comenzamos a abrir la boca mientras nos besábamos y nuestras lenguas comenzaron a jugar, incluso en ese juego ella quería dominar, cuando lo introducía mi lengua en ella, ella reaccionaba agarrándola con los dientes.

El beso duró mucho tiempo. Recuerdo como me mordía los labios, como movía la cabeza mientras me besaba y como me tiraba del pelo. Por mi parte seguía su juego sin quedarme atrás y curiosamente una cosa que recuerdo bastante es que tenía los pezones muy duros, aquel beso apasionado me hacía sentirme así.

Tras un buen rato, Charlotte dejó de besarme y de un pequeño salto se sentó en el escritorio mientras se bajaba los pantalones.

-Charlotte: Voy a cumplir tu fantasía, ven aquí y haz que me corra con tu lengua.

Os contaré lo que pasó en el próximo capítulo.

Si pulsas aquí podrás ver y leer el siguiente capítulo (excepto si este es el más reciente). Normalmente escribo un nuevo capítulo cada semana.