Como me convertí en una Maid Sexual. Capítulo 18. (Patreon)
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Esta es una larga historia donde cuento poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada.
Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo).
También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí.
Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.
CAPÍTULO 18
CUNNILINGUS
Yo seguía de rodillas con las manos atadas a la espalda y comenzaba a encontrarme cansada. Cuando se la chupé a Felipe, él me hizo arrastrarme de rodillas por el suelo hasta llegar a su polla, pero Lola hizo lo contrario, yo solo tuve que abrir las piernas y ella se deslizó por el suelo tumbada boca arriba hasta que su cara estuvo directamente bajo mi coño.
La situación era casi divertida porque ella no llegaba a lamer mi coño ya que yo no podía abrir tanto las piernas (hubiese podido si no tuviese las manos atadas).
-Lola: Pasadme un cojín.
Nuria le lanzó un cojín a Lola y ella se lo puso bajo la cabeza. Al ver como lo lanzaba me fijé en los demás por primera vez desde que empecé a follar. Todos tenían cierta mirada de deseo, yo era el centro de atención y tenían que esperar su turno para follarme, eso me puso un puntito más cachonda justo antes de comenzar el cunnilingus.
Os recuerdo lo siguiente, acababa de hacer una mamada muy extrema y estaba muy muy muy cachonda, por lo que cuando sentí la lengua de Lola tocando los labios de mi vagina no pude evitar gemir.
-Yo: Ahhhh siii.
Creo que una lesbiana experta tiene que comerte el coño una vez en la vida para aprender lo placentero que puede llegar a ser un cunnilingus si sabes hacerlo bien. Ella comenzó lamiendo los labios de mi vagina, pero lamiéndolos por todas partes, no sabía que podía ser tan placentero que jugasen así con esa zona, pero rápidamente pasó a hacer algo nuevo, metió su lengua dentro de mí pero también acercó toda su cara a mi coño, de tal modo que su nariz también comenzó a ser parte del juego.
Si, tras juguetear un poco encontró mi clítoris con su nariz y comenzó a estimularlo. No estaba usando la boca, estaba moviendo toda la cabeza para conseguir usar la nariz como si fuese un dedo y al mismo tiempo seguía chupándome con su lengua.
Estaba tan cachonda y todo era tan nuevo y excitante que mis piernas comenzaron a temblar y cuando eso me ocurre es porque estoy llegando al orgasmo. Nunca antes había gemido como lo estaba haciendo allí, no era un gemido fuerte, si no simplemente distinto.
-Yo: Ahhh, ahhhhh.
Era muy frustrante tener que hacer un esfuerzo para no caerme. ¡Os recuerdo que seguía con las manos atadas y estaba de rodillas mientras las piernas me temblaban!
Cuando Lola notó que comencé a temblar ella cambió su modus operandi y ahora buscó mi clítoris con su lengua y cuando lo encontró me volví loca, lo hacía realmente bien.
Recuerdo que apreté mi cintura contra ella de forma casi intuitiva cuando el orgasmo estaba llegando. Pensaba que no podría ser mejor pero hizo algo más, un detalle que fue como la guinda del pastel, usó sus manos y las puso en mis nalgas para agarrarlas con fuerza y separarlas un poco.
Ese estimulo fue el detalle explosivo final con el que comencé a correrme, pero entonces, mientras me corría un ángel se apareció ante mí. Charlotte se acercó, se agachó y me abrazó. ¡Fue increíble! Ella vino para que pudiese correrme sin miedo a caerme. Sus brazos me rodeaban como una brisa en la montaña y yo me desplomé a su cuerpo para disfrutar el cien por cien de aquel orgasmo.
Fue mágico. Perdonad que lo repita pero fue realmente mágico. Si recordáis bien todos los episodios de esta novela sabréis que Charlotte fue (y es) el amor platónico más grande que he sentido y Lola es mi actual pareja. Ellas dos juntas haciendo eso por mi… cuando el sexo se mezcla con amor y admiración… no hay palabras.
Charlotte comenzó a tocarme el pelo mientras Lola dejó lentamente de lamerme y empezó a acariciar mis piernas, estaba en la más absoluta gloria.
Sin darme cuenta, Charlotte me quitó las esposas. ¡Qué bien se sintió poder recuperar el equilibrio! Le di un beso en la mejilla a Charlotte y le dije en el oído:
-Yo: Gracias, has sido como un ángel.
Ella se retiró lentamente, sonriéndome y al irse puse mis manos en el suelo y acerqué mi cara a Lola hasta darle un beso en la boca. No fue por amor, fue casi instintivo, una forma de agradecerle y decirle que aquello había sido increíble.
Lola siempre sonreía, era la más alegre de aquella casa, pero su mirada cuando le di el beso no tuvo precio, era de extrema satisfacción, es el tipo de persona que es feliz cuando los demás lo también lo son.
-Yo: Ha sido increíble. – Le dije tras el beso, mientras seguía mirándola de cerca.
Ella me dio otro beso muy rápido y volvió a deslizarse por el suelo para irse con rapidez.
-Lola: ¡Le toca al siguiente!
Lola no quiso alargar aquella situación, pero se la notaba claramente muy feliz.
¿Sabéis que? En aquel momento no lo pensé, pero ella solo se preocupó en darme placer, ni siquiera se masturbó mientras lo hacía conmigo. Con el tiempo me confesó que minutos después se masturbó mientras veía como los demás me follaban, (pero claro, yo no me di cuenta).
-David: Nos toca a nosotros.
No os lo he dicho, pero David y Nuria contaban como una persona, es decir, tenían un número para los dos.
Ellos eran los siguientes y tengo que confesar que follar con ellos era una de las cosas que más cachonda me ponía cuando lo pensaba, simplemente porque eran dos y yo nunca había hecho un trío.
Cabía la posibilidad de que no quisiesen un trío, no sabía que podrían pedir.
-David: ¿Has hecho un trío alguna vez?
-Yo: No, pero estoy preparada.
Me delaté por completo, fue una forma de decir que me hacía bastante ilusión.
David se acercó mucho a mí y entendí que quería besarme. Al principio no comprendí muy bien su forma de besar, no era muy intensa ni apasionada y tampoco se acercó demasiado a mí, pero a los pocos segundos entendí porqué, estaba haciendo un hueco a Nuria.
Ella se acercó y metió su cabeza entre las nuestras hasta que empezamos a darnos un beso triple. Era genial, estaba sintiendo los labios de dos personas a la vez, más que excitante era casi divertido. Estuvimos alrededor de un minuto besándonos y sacando las lenguas mientras ellos se desvestían poco a poco. Sentir dos lenguas a la vez con la mía también fue bastante excitante para mi, todo lo que estaba ocurriendo ese día me estaba fascinando.
Poco después David se retiró y me ayudó a tumbarme en el suelo. Me tumbó con suavidad boca arriba y puso el cojín bajo mi cabeza, la verdad es que fue muy caballerosa la suavidad con la que lo hizo.
Tras tumbarme ambos se acercaron y comenzaron a chuparme los pezones, cada uno chupaban uno mientras sus manos tocaban todo mi cuerpo. Me puse tan cachonda que les dije:
-Yo: Creo que podría correrme solo con esto chicos.
Ellos al escucharme aumentaron la intensidad, podía sentir sus lenguas en mis pezones y también me los mordían un poco, era genial.
Y… os contaré todo lo que me hicieron en el siguiente capítulo.
Si pulsas aquí podrás ver y leer el siguiente capítulo (excepto si este es el más reciente). Normalmente escribo un nuevo capítulo cada semana.