Como me convertí en una Maid Sexual. Capítulo 21. (Patreon)
Content
Esta es una larga historia donde cuento poco a poco como me convertí en una Maid sexual totalmente entregada.
Te recomiendo comenzar a leer este relato por el principio (pulsa aquí para ir al primer capítulo).
También puedes acceder de forma organizada y rápida a todos los capítulos si pulsas aquí.
Cuando termine todos los capítulos comenzaré a reescribir esta misma historia en forma de novela e intentaré publicarla en físico (lo que viene siendo un libro). Es uno de mis objetivos marcados en Patreon si llegábamos a 100$, gracias por vuestro apoyo.
CAPÍTULO 21
EN VOZ ALTA
Parecía que Roberto llegaba en el momento que más ganas tenía de follar con un chico. Además él era el hombre que más me atraía de la casa ya que solo había tres; David siempre estaba con Nuria y Felipe me imponía mucho respeto, mientras que Roberto siempre había sido muy amable conmigo y era fuerte, atractivo y lo mejor es que tenía una polla bien grande.
-Yo: ¿Qué vas a querer hacer conmigo?
-Roberto: También va a ser algo que creo que no has hecho nunca, pero tranquila, lo mío es muy sencillo.
Antes de seguir con la explicación él comenzó a quitar la parte inferior de su ropa y en un momento ya pude verle su polla bien dura.
-Roberto: Simplemente voy a follarte, pero tú tendrás que hacer otra cosa mientras follamos.
-Yo: El qué.
-Roberto: Hablar en voz alta.
Esto volvió a pillarme desprevenida, y eso me encantaba. Parecía algo fácil de cumplir pero no sabía si había algún truco, además… ¿De qué tenía que hablar?
-Roberto: Vas a contarnos como ha sido tu experiencia en esta mansión durante tus siete primeros días en voz alta y si en algún momento dejas de hablar yo dejaré de follarte, tienes que hablar para conseguir sexo.
Charlotte comenzó a aplaudir cuando Roberto terminó la explicación.
-Charlotte: ¡Me encanta! Roberto, eres el mejor imaginando nuevos juegos sexuales, de verdad, maravilloso.
Tener que hablar para follar pareció una idea increíble, otra vez más volvía a estar supercachonda, de hecho todavía lo estaba después de hacer aquel fisting, pero esto parecía interesante.
-Yo: Muy bien. ¿Empezamos?
Roberto se sentó en una silla cercana.
-Roberto: Súbete y empezamos.
Realmente mi coño ya estaba chorreando por mil razones diferentes y pensar en follar en esa posición me gustó todavía más. Yo me acerqué a él y le di la espalda para ‘’sentarme’’ sobre su pene pero entonces…
-Roberto: No, siéntate al revés, mirándome a mí.
Tenía que sentarme mirándole a él directamente, es decir, subirme sobre sus piernas. Eso tenía más sentido ya que si me sentaba dándole la espalda entonces yo tendría el control para follar, pero si me ponía así mis pies no tocan el suelo y el único que puede mover su cadera y follarme era él.
Al entender la posición me puse a un lado y levanté una pierna para subirme sobre él (como su me estuviese subiendo en un caballo) y cogí su polla con suavidad para metérmela. Entró con facilidad ya que estaba muy abierta y tenía muchas ganas de sentirla.
Tras meterla dejé caer por completo mi peso cuerpo y mi peso sobre él y mis piernas ya no tocaban el suelo, su pene ya estaba totalmente dentro de mí. En realidad no me entraba entero ya que esa posición impedía que una parte entrase, pero era casi mejor porque si hubiese entrado al completo no hubiese durado ni 2 segundos con lo cachonda que estaba.
Ya estábamos en posición preparados para follar y yo me sentía superexcitada, no pude evitar hablar.
-Yo: Roberto, creo que no voy a aguantar mucho, estoy muy cachonda.
-Roberto: Bueno, tú al menos has podido correrte un par de veces, yo llevo todo este rato viéndote y aguantándome las ganas de pajearme.
No me había dado cuenta pero Roberto tenía razón, él también tenía razones para estar con ganas de correrse.
-Roberto: ¿Empezamos?
-Yo: Entonces, tengo que contarte mi experiencia aquí ¿Verdad?
-Roberto: Contarme no, contarnos. Cuéntanos a todos como has vivido aquí tu primera semana.
¿Sabéis que? ¡No sabía que decir! Es decir, si estuviese sentada y tranquila podría hablar con normalidad, pero tenía la polla de Roberto dentro de mi y todos me miraban, por lo que no podía pensar con claridad, además tenía a Roberto muy cerca y no sabía dónde mirar, como si fuese mucho más fácil besarle y mirarle a la cara.
-Yo: Pues… yo quería un trabajo a tiempo parcial y encontré un anuncio para venir a trabajar aquí…
Yo comencé a hablar pero Roberto no me estaba penetrando aún. Era increíble que después de todo lo que había hecho fuera justo ahora cuando más vergüenza estaba pasando.
-Yo: Cuando llegué fuiste tú la primera persona a la que vi, me abriste la puerta de forma muy amable y me llevaste con Charlotte.
Mi vergüenza comenzaba a pasar y me empezaba a gustar contar aquella historia. Por su parte Roberto comenzó a mover las piernas levemente como cuando alguien las mueve bajo la mesa porque está nervioso, pero en este caso provocaba una vibración bastante excitante.
-Yo: Recuerdo la primera impresión que tuve de Charlotte, pensé que era un ángel, me pareció un bellezón, y también recuerdo que estaba bastante nerviosa, aunque me puse todavía más nerviosa cuando ella me contó en qué consistiría mi trabajo.
Roberto seguía moviendo sus piernas levemente, pero ahora el movimiento no era alternado entre sus piernas si no que ambas hacían el mismo movimiento, por lo que ahora no sentía vibración sino más bien esos movimientos me hacían dar pequeños saltos y su pene comenzaba a moverse dentro de mí, follándome lentamente.
-Yo: Yo estuve a punto de irme… pero decidí ver la casa… y lo que vi me impactó… quería irme de allí rápido… pero al irme y durante los siguientes días no podía parar de pensar… en lo que había visto.
Me empezaba a costar hablar por la excitación. Entendía que en este juego si paraba de hablar el cesaría sus movimientos.
-Yo: El segundo día… pues… yo…
Me costaba recordar el segundo día en aquella situación y ante mi duda Roberto paró de moverse. ¡Fue muy frustrante! De repente quería esforzarme mucho más en recordar. Miraba a mí alrededor y los demás sonreían viendo mi situación.
-Yo: El segundo día no paso nada especial… solo trabajé y limpie… pero el tercer día si pasaron cosas.
Roberto recomenzó sus movimientos e incluso los incrementó un poco.
-Yo: Había una cena… y todo el mundo follaba…y yo me puse cachonda.
Empecé a conjugar peor mis frases. ¡Me apetecía empezar a gemir! Podía sentir como me chorreaba mi coño en contacto con su entrepierna.
-Yo: Los siguientes días… os fui conociendo… y todo lo que veía me gustaba…¡Ahhh!
Roberto me cogió de la cintura y ahora si empezó a follarme con bastante ganas, moviendo por completo mi cuerpo con cada vote que él daba.
-Yo: ¡Ahh! ¡Siii! ¡Siii! ¡Ahhhh! ¡Siii!
En mi mente sabía que tenía que seguir hablando pero las palabras no salían y lo único que podía pensar era en decir monosílabos todo el rato, pero Roberto volvió a parar.
-Yo: ¡No no! ¡No pares! Osea… Yo me tocaba en casa pensando en las cosas que hacíais y…
Tenía que hablar si quería sexo y era muy complicado, incluso le arañe un poco a Roberto de la frustración pero él solo sonreía, como si disfrutase viéndome desesperar. Roberto volvió a follarme con fuerza cuando yo volví a hablar. ¡Tenía que concentrarme fuera como fuese!
-Yo: Las reglas… no podía follar… yo quería… y me gustaban las chicas también…
Hablaba muy mal pero tenía que decir lo que fuese si quería terminar. Las tetas me temblaban y decidí agarrarme a su cuerpo y su pelo, apoyando mis senos en su pecho para evitar ese tambaleo tan excesivo.
-Yo: Me gustaba Charlotte… quería comerle el coño… ahh… como Cristina… y Lola me hizo lesbiana… quiero follar con todos… ahh
Por alguna razón me era más fácil decir lo que pensaba de cada uno que recordar las cosas de la casa. Roberto se puso de pie y empezó a follarme de pie mientras me agarraba. Yo le abrazaba con mi cuerpo y con mis piernas para no caerme, estaba follandome muy fuerte.
-Yo: ¡Ahhhh siii! ¡Quería tu rabo! ¡Es muy grande! Sii.. Cuando lo veía quería comérmelo… ¡Follame! ¡Correte conmigo!
Roberto aumentó la velocidad indicándome que no había vuelta atrás. Los dos teníamos muchas ganas de corrernos y aquellos impulsos tan bestias que me estaba dando eran increíbles, casi golpeaban en el fondo de mi coño y parecía que me iba a romper, pero yo solo podía empezar a correrme.
-Yo: ¡Ahhh! ¡Siii! Me corrooo…. me encanta….
Intenté hablar un poco más mientras me corría pero ahora si que no podía pensar en nada y esta vez Roberto tampoco bajó la intensidad.
No me había dado cuenta en absoluto hasta que se corrió pero él no había usado condón. No me importó y de hecho se sintió muy bien su semen caliente dentro de mí.
Estuve colgada a él un unos segundos más mientras disfrutábamos de nuestro orgasmo y poco después me lanzó con cuidado a un sofá cercano y él se sentó al lado.
-Roberto: Ha sido… muy divertido…
Sus pausas al hablar eran de cansancio, como si hubiese hecho mucho ejercicio.
-Yo: Pues sí.
Estuvimos allí unos minutos descansando y entonces llegó el turno de la última persona.
-Charlotte: Soy la última, por fin me toca.
Todo había sido tan increíble que no podía parar de sonreír. Charlotte era el colofón final de aquel día tan increíble.
¿Será el próximo capítulo el último de esta primera novela? Creo que serán solo uno, dos o tres capítulos más, dependiendo de cómo lo organice.
No sé si al terminar comenzaré la segunda parte de esta misma novela o si quizás me apetezca empezar otra diferente. En cualquier caso cuando escriba el último capítulo dedicaré un tiempo a reescribir toda esta novela para darle la forma correcta para que pueda ser un libro (o al menos intentarlo).
Si pulsas aquí podrás ver y leer el siguiente capítulo (excepto si este es el más reciente). Normalmente escribo un nuevo capítulo cada semana.