Home Artists Posts Import Register

Content

Antes de empezar, deberías leer el capítulo anterior para poder entender y disfrutar este. Tranquilo, si pulsas aquí podrás acceder rápidamente al capítulo que necesites para estar al día. 


HACE 3 AÑOS, DOS DIAS ANTES DE MI CUMPLEAÑOS.

Desde que Bruno y yo hablamos sobre lo que quería para mi cumpleaños no hemos vuelto a hablar del tema, sin embargo, el sexo se ha vuelto mucho más salvaje, como si quisiésemos doblegar al otro en la cama, aunque ninguno cedía.

El día de mi cumpleaños estaba cada vez más cerca y la verdad es que yo estaba cada vez más nerviosa. Le había dado algunas pistas de lo que quería ese día pero me daba una vergüenza atroz sacar el tema de conversación de nuevo y el tampoco decía nada. Hubiese preferido mil veces más que su cumpleaños hubiese sido antes que el mío, pero no era el caso.

Ya solo quedaban unos días y seguíamos sin hablar del día de mi cumpleaños. Sentía que era importante hablarlo pero quería que saliese de él abordar este tema e incluso empecé a pensar en cancelarlo todo por simple orgullo. 

Estaba pensando en todas estas cosas mientras veía la televisión, pero entonces él habló:

-Bruno: Oye cariño.

-Yo: Dime.

-Bruno: Quería hablar de tu cumpleaños.

¡Por fin! Pero ahora que sacaba el tema me daba vergüenza hablarlo.

-Yo: Hombre, ya era hora.

-Bruno: ¿Querías hablarlo o qué?

-Yo: Pues sí.

-Bruno: Pues haberme dicho algo.

-Yo: Quería que lo dijeses tu, no yo.

Hubo una pausa donde vi a Bruno algo pensativo.

-Bruno: He estado organizando estos días lo que quiero hacerte en tu cumpleaños, quería que fuese una sorpresa pero hay muchas cosas que no sé si estarán bien.

-Yo: Yo no podía evitar pensar que quizás no me expliqué bien el otro día y al final acabes haciendo algo que no me guste.

-Bruno: Por eso mismo he pensado algo, una palabra de seguridad.

-Yo: ¿Cómo?

-Bruno: He pensado en hacerte muchas cosas y si alguna no te gusta solo tienes que decir esa palabra.

Ahora hubo otra pausa pero la que pensaba era yo. La verdad es que era una buena idea.

-Yo: Está bien, es nueva idea.

-Bruno: Con esto ya estaría casi todo solucionado. Pero quería decirte algo más.

-Yo: Dime.

-Bruno: Estos días he estado pensando ideas y cosas para humillarte y follarte. He pensado mil cosas pero jamás se me hubiese ocurrido eso de pisarte la cara.

En ese momento me dio muchísima vergüenza que sacase ese tema.

-Bruno: ¿Te has puesto roja?

-Yo: ¡Que dices! ¡No!

-Bruno: Increíble, jamás te había visto así. 

Él empezó a reírse y como venganza empecé a pegarle por todas partes.

-Bruno: ¡Vale, vale! Ya no me rio más.

Tras aquel rifirrafe hicimos otra ligera pausa.

-Bruno: Ahora en serio, me gustaría hacerte todo lo que te realmente te guste, si hay algo más que pueda hacer dímelo.

-Yo: He estado pensando en esto estos días pero como lo hagas estará bien, no te preocupes. Ahora mismo no se me ocurre nada más, de verdad.

-Bruno: Bueno, está bien. Solo una cosa más. ¿Lo de pisarte te gusta más por el tema de hacerte daño, por el tema de humillarte o por el olor de los pies?

¡Parecía que le había llamado la atención lo de pisarme! Me entraron ganas de pegarle de nuevo, pero pude observar que me lo preguntaba en serio.

-Yo: No lo sé. O sea, por sentirme humillada y también el olor supongo… pero no me pises muy fuerte.

-Bruno: Te has vuelto a poner colorada.

-Yo: ¿Quieres que te mate?

Él volvió a reírse, pero esta vez no le pegué.

-Yo: ¿Qué palabra ponemos entonces?

-Bruno: He pensado en la palabra ‘’stop’’. De todas formas si te escucho decir ‘’para’’ o veo que no te gusta algo pararé.

-Yo: ¿Qué cosas tienes pensando hacerme?

-Bruno: Si te lo digo ya no es sorpresa.

Tanto misterio me tenía intrigada pero veía que realmente había pensando en lo que íbamos a hacer y que se preocupaba por mí y eso me gustaba.

-Yo: Todo esto me da mucha vergüenza, pero pienso vengarme cuando sea tu cumpleaños.

-Bruno: ¡Pero si todavía no te he hecho nada!

-Yo: Bueno, tú sabrás.

Esta vez nos reímos los dos y dimos el asunto por zanjado. Yo volví a prestar atención a la televisión y el a su teléfono. 

Desde ese momento donde terminamos la conversación hasta el día de mi cumpleaños estuve muy nerviosa, nerviosa por no decir excitada. No me sentía preparada para sentirme humillada en el sexo pero eso mismo me ponía cachonda, no sabía qué cosas haría querría hacerme Bruno pero el tema de la palabra de seguridad me hacía pensar que todo sería duro e intenso.

Durante los dos días restantes no volvimos a abordar el asunto y por algún motivo tampoco volvimos a follar, como si ambos estuviésemos reservándonos para el día de mi cumpleaños.

Y la verdad es que hicimos bien.


HACE 3 AÑOS, EL DÍA DE MI CUMPLEAÑOS.

El día había llegado. La noche anterior nos habíamos acostado sobre las once de la noche, por lo que Bruno no tuvo la oportunidad de felicitarme por mi cumpleaños, aunque ambos sabíamos que el día siguiente sería especial y de hecho a mi me costó un poco conciliar el sueño pensando en lo que pasaría mañana.

Aunque me costó dormir, una vez dormida pude descansar bastante bien. Suelo ser una persona a la que le cuesta despertar, soy bastante perezosa y me encanta quedarme en la cama un rato más cuando suena el despertador, por eso cuando noté que Bruno levantó las persianas de la habitación y entraba la luz del sol me entraron ganas de matarlo (era algo que él no solía hacer porque sabía que me molestaba).

-Yo: ¿Qué haces?

-Bruno: Despierta.

-Yo: ¿Qué pasa?

Estaba tan dormida que no recordaba lo que íbamos a hacer y además tampoco esperaba que empezásemos tan pronto.

-Bruno: Tienes un minuto para levantarte de la cama y quitarte toda la ropa.

Bruno tenía los brazos cruzados y estaba serio, lo cual no era para nada su estilo. Entendí que quería empezar con el jueguecito pero yo seguía más dormida que despierta y no capté bien sus intenciones.

-Yo: No te pega estar tan serio. 

Lo que pasó cuando le dije aquello me dejó en shock. Bruno cogió un vaso que había preparado y me lanzó agua directamente a la cara. No fue mucha cantidad, pero el agua estaba congelada, por lo que fue realmente chocante.

-Bruno: Tienes un minuto para levantarte de la cama y quitarte toda la ropa.

El cambio corporal que había sufrido había sido muy brusco, había pasado de estar medio dormida a estar con la cara mojada y un frío tremendo. El shock fue tal que seguí sin reaccionar.

-Bruno: Si en algún momento no quieres seguir ya sabes cuál es la palabra clave, si no vas a decirla ya sabes lo que tienes que hacer.

Él iba en serio pero cuando me dijo eso me di cuenta que estaba preocupándose por mí. Ahora sí me levanté y empecé a quitarme la ropa.

-Yo: No me esperaba que empezases tan pronto con esto.

-Bruno: Creo que sigues sin entender cómo va esto.

Él se acercó a mí y me agarró del cuello. No me hizo daño, pero apretaba un poco e imponía bastante.

-Bruno: Hoy vas a ser mi esclava, así que no puedes hablar para opinar ni para decir tonterías. Solo puedes contestar a mis preguntas con sí o no. ¿Te queda claro?

-Yo: Sí.

-Bruno: Eso está mejor. Bueno, sigue desvistiéndote.

El juego ya había empezado y cada vez estaba más mentalizada, o eso creía. Cuando me desnudé el habló de nuevo.

-Bruno: Muy bien, pues ahora ponte a cuatro patas.

Yo me subí a la cama y puse mi trasero mirando hacia él, pensando que querría follarme aunque todavía no estaba nada cachonda.

-Bruno: En la cama no, en el suelo.

Seguía sin entender muy bien, pero le hice caso y me puse a cuatro patas en el suelo.

-Bruno: Date la vuelta.

Yo me había vuelto a poner de espaldas a él, pensando que quería follar conmigo pero al parecer volví a equivocarme. Me di la vuelta tal y como me pidió por lo que ahora lo que veía eran sus zapatos.

-Bruno: Muy bien, veamos.

Bruno se agachó y me puso algo en el cuello y durante unos segundos pensé que era algún tipo de collar, pero entonces me di cuenta. No era un collar, era una correa, una correa para perros.

-Bruno: Bueno, vamos a dar un paseo.

Esto me pilló totalmente desprevenida, me había puesto un collar para perros y quería tratarme como a uno. De todas las cosas que había hecho desde que me desperté esta fue la primera que me puso cachonda. Bastante cachonda.

Esto es todo por ahora, puedes pulsar aquí para leer el siguiente episodio, pero si este es el más reciente que he escrito entonces no habrá nada nuevo.

Files

Comments

No comments found for this post.