Las brujas del sexo, capítulo 13. Mirando en el mar. (Versión texto). (Patreon)
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Antes de comenzar os recuerdo rápidamente que si prefieres escuchar este relato (como si fuese un JOI) en vez de leer, simplemente pulsa aquí (he subido a la vez la versión escrita y la versión audio).
Lo que vas a leer a continuación es el capítulo 13 de mi próxima novela, una novela muy novedosa donde el protagonista (tu) recibirás instrucciones específicas para masturbarte. Para leer los capitulos anteriores puedes hacer click aquí.
CAPÍTULO 13 – Mirando
¿Cuánto tiempo llevabais corriendo? Aunque ahora la temperatura ambiente era mucho mejor, el cansancio volvía a hacerse notar. Además, Elpha también comenzaba a verse agotada.
-Os aseguro que ya queda poco, un poco más y habremos llegado. -Suspiró Elpha.
Los pies te dolían mucho y tu respiración cada vez más fuerte y profunda. Nunca habías llegado a semejante punto de extenuación. Habías decidido no rendirte, pero sentias que tu cuerpo no podía responder más a tu voluntad. Cuando parecía que no podías más, al fin, pudiste ver la barca que Elpha había preparado.
-¡Allí está! – Exclamó Larfu agitado.
Solo quedaban unos metros hasta la barca, pero otra cosa os alertó, unos ruidos en el bosque. Sin duda eran las brujas, estaban a punto de daros caza.
-¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!
El pánico se adueñó de vuestros cuerpos y os lanzasteis a la embarcación precipitadamente. Primero Larfu, después tu y por último Elpha, que era la única que había tenido en cuenta que antes de desembarcar teníais que desamarrar las cuerdas que sujetaban el bote.
-¡Ayudadme! -Suplicó Elpha al ver que los nervios le impedían desatar los nudos.
Larfu, al observar la situación, decidió aplicar la fuerza bruta. Agarró la cuerda y de un tirón partió el tronco del fino árbol al que estaba atada la cuerda. Inmediatamente después, de otro tirón, subió a Elpha al bote.
El barco comenzó a moverse, pero la situación todavía estaba lejos de estar resuelta. Las primeras brujas comenzaban a verse, aún lejos, pero sus pasos eran más rápidos que el movimiento de la barca.
-¿No podemos movernos más rápido? – Dijiste asustado.
-¡No, no puedo! – Respondió Elpha aterrada.
Algunas brujas, aunque aún lejos, lanzaron algunos hechizos hacia la embarcación. La magia que usaron iluminó el bosque, eran bolas de fuego que se dirigían directos hacia vosotros. Elpha, atenta, consiguió repelerlos con su magia creando una especie de barrera protectora.
Aunque los hechizos parecían peligrosos, los golpes de esas bolas de fuego contra la barrera… ¡estaban empujando la barca! ¡Los hechizos estaban siendo contraproducentes para ellas!
Poco a poco, el bote seguía ganando velocidad y ahora si estábais consiguiendo distancia sobre ellas. Algunas bolas de fuego seguían llegando, pero Elpha seguía repeliéndolas. Eso si, en su cara podía verse el gran esfuerzo que estaba haciendo para conseguirlo.
-¡Tú puedes Elpha! -Dijiste, intentando animarla.
La barca seguía cogiendo exponencialmente más velocidad y además, la inclinación del rio comenzaba a ser pronunciada. Las brujas se veían cada vez más lejos e incluso dejaron de lanzar hechizos. Elpha dejo de mantener el hechizo protector y se lanzó a tus brazos agotada. La miraste, comprobando que, aunque cansada, estaba bien. Después. Miraste de nuevo hacia las brujas. Ya no se veían.
-Creo que… lo hemos conseguido. – Dijiste cauto.
La barca iba a una velocidad casi endiablada. En una situación normal daría miedo, pero ahora esa velocidad solo os aliviaba, significaba que os estabais alejando de las brujas cada vez más.
Elpha estaba callada, descansando sobre tu cuerpo. El frio y el agotamiento eran totales, por lo que nadie decía nada, solo os dejabais llevar sobre el rio, pero tras unos minutos, Elpha volvió a hablar.
-Ya no puedo sentirlas… no pueden seguirnos. - Respiró aliviada.
-Bueno, por ahora solo tienen que seguir el rio. – Dijo Larfu aún preocupado.
-En breve llegaremos al mar. Ahí nos perderán la pista por completo.
-¡Mira! ¡Ahí está! Dijiste asombrado.
En el horizonte podía ya verse el inmenso mar. Parecía lejos, pero la barca seguía moviéndose rápido, aunque bajando su velocidad mientras más se acercaba al océano.
Solo 5 minutos más tarde, la embarcación se adentró en el mar. Habíais perdido ese empuje genuino de los ríos, pero el oleaje del mar conseguía alejaros de la costa poco a poco. Por primera vez, respiraste realmente aliviado.
-¡Lo hemos conseguido!
-¡Si! Te he echado mucho de menos. - Elpha comenzó a llorar abrazada a ti.
-Os agradeceré esto eternamente. -Dijo Larfu emocionado.
-Nosotros también te lo agradeceremos eternamente. Sin ti jamás lo hubiésemos conseguido. Tuviste la idea del sexo en el rio, agarraste a Elpha mientras lo hacíamos y también partiste el arbol con tu fuerza.
-Cierto, muchas gracias Larfu. -Dijo Elpha agradecida.
Larfu sonrió y todos quedasteis en silencio, descansando tras el esfuerzo realizado. Cuando volviste a darte cuenta, la noche estaba llegando y el mar os había engullido por completo, no se veía tierra firme por ninguna parte.
-¿Estar tan lejos de la costa entraba dentro de tus planes? – Preguntaste un poco preocupado.
-Si, no pasa nada. Con un simple hechizo puedo conseguir una brújula para orientarnos. -Respondió Elpha confiada.
Sin embargo, cuando ella intentó invocar la brújula, no pudo conseguirlo.
-Parece que me he quedado de nuevo sin magia. ¿Puedes darme un poco más de tu semen? Así podré volver a subir la temperatura y crear una brújula para orientarnos.
Lo que pedía parecía sencillo, pero, cuando paraste a pensar en tu condición física, la cosa se complicaba bastante. Estabas agotado, te dolía todo el cuerpo, especialmente los pies, tenías frio, estabas lleno de sudor, deshidratado, y, para colmo, al subir a la barca, te habías herido la rodilla. De hecho, estabas tan agotado que no habías reparado en la herida hasta que hiciste un repaso completo de tu estado físico.
Elpha te observaba en silencio, viéndote reflexionar sin entender muy bien sobre que, pero entonces observó tu rodilla. Más que una herida parecía un golpe, estaba amoratada e hinchada. Ella, al verlo, se preocupó.
-¿Estás bien?
-Si, me está empezando a doler ahora.
-En ese cajón de la barca hay algunas medicinas, vendas, comida y agua.
-¡Vaya! Venías bien preparada. – Dijo Larfu abriendo el cajón para intentar ayudar.
-Todo esto estaba en la casa donde vivíamos antes, lo saqué de allí.
Tú te acercaste al cajón lentamente para ver que medicinas había traído Elpha. Afortunadamente, había unas hierbas que, masticadas y posteriormente aplicadas en la herida aliviarían y curarían la hinchazón de la rodilla.
-Esto valdrá. -Dijiste agotado. – Pero… tengo bastante frío.
-En el cajón no hay ropa ni nada para calentaros. Deberíamos intentar tener sexo de nuevo para recuperar mis poderes. Se que estás agotado, pero tendrás que hacer un esfuerzo. Se está haciendo de noche y el frio será implacable en unas horas.
Mientras ella hablaba y explicaba la situación, tu masticaste las hierbas y las pusiste en tu rodilla al mismo tiempo que la vendabas. En cuanto terminaste, Elpha comenzó a acariciarte para intentar excitarte un poco.
-Elpha… haz lo que puedas, pero estoy agotado.
Estabas tan cansado que te tumbaste como pudiste en la barca con las piernas abiertas. Sentías que no tenías fuerzas para levantarte, ni para que tu pene se levantara. Elpha, al ver tu agotamiento, siguió con sus caricias por tus piernas y rápidamente llegó hasta tu pene.
-Yo me encargo de todo, tu solo descansa.
Elpha agarró tu pene. Era la primera vez que lo tocaba sin estar erecto. Sus manos eran cálidas y suaves, sentirla a ella te gustaba, pero tu cuerpo seguía cansado. Ella seguía tocando con suavidad por todas partes. Pasaba sus dedos por tu glande, acariciaba tus testículos e incluso comenzó a usar las dos manos. Pero desgraciadamente, nada de aquello funcionaba, estabas agotado.
Entonces, sin que nada especial ocurriese, algo pasó por la mente de todos en aquella barca. Algo lógico y sencillo. Todavía había otro pene que se podía usar allí. Nadie quería mencionarlo por el hecho implícito de que Elpha y tu erais algo similar a una pareja, pero, la situación era crucial y además, en cierta forma, sentías que tu le habías sido infiel a ella en el pueblo de las brujas, por lo que si ella lo hacía con Larfu, de alguna forma, la situación quedaría compensada. Por supuesto cuando tu lo hiciste en el pueblo fue para mantenerte a salvo, pero la situación ahora también era de fuerza mayor.
-Creo que deberías hacerlo con Larfu. – Dijiste débilmente.
-Yo quería serte fiel, de verdad, pero creo que no queda otra opción. – Te respondió Elpha tristemente mientras dejaba de tocar tu pene. -¿Te parece bien Larfu?
-Vale, puedo hacerlo. Lo siento Seri.
-No te preocupes Larfu, lo entiendo perfectamente. Házselo con gusto, no te preocupes por mí, intentad disfrutarlo.
-Será solo por esta vez. – Dijo Elpha en voz alta, intentando justificar la situación.
-No pasa nada Elpha, yo también quería hacerlo solo contigo, pero tuve que hacerlo con varias brujas cuando estuve en el pueblo.
Elpha no dijo nada. Tus palabras no eran el motivo de su silencio, si no el hecho de enfrentarse a otro hombre por primera vez. Tras unos segundos de aceptación mental de la situación, habló con Larfu.
-¿Cómo deberíamos hacerlo?
-Alguna vez escuche a Sabrina decir que lo mejor para recuperar poder mágico es la penetración. El sexo oral o la masturbación no es tan efectiva. Además, mi semen tiene mucha menos energía mágica el semen de Seri, así que creo que debería correrme dentro de tu vagina.
-Muy bien, hagámoslo así enton…
Elpha interrumpió su frase al ver algo que la impactó, el tamaño del pene de Larfu. Sí, ella lo había visto varias veces durante la huida, pero ahora estaba duro y listo para penetrarla.
-Se suave por favor. - Dijo Elpha un poco asustada.
-Lo seré, no te preocupes.
Ella rápidamente pensó en la postura en la que se sentía más cómoda para follar, que coincidía además con una de las posturas con la que tu solías durar menos cuando tú lo hacías con ella. A 4 patas sobre la barca.
ACCIÓN: Si es posible, vas a seguir leyendo este capítulo subido en una cama. La cama simulará ser la barca, por lo que no puedes tener los pies fuera. Además, hay 3 personas sobre la barca así que te pondrás a un lado de la cama imaginando que ellos 2 están follando usando el resto de la embarcación.
El bote no era especialmente grande, por lo que, involuntariamente, cuando Elpha se puso 4 patas, su cabeza quedó especialmente cerca de tu polla y para colmo, ella no podía evitar mirarla en esa posición, estaba justo sobre ella. Aunque seguías cansado, aquella situación tan morbosa comenzaba a excitarte.
-Cuando quieras Larfu. – Dijo Elpha algo avergonzada.
-Muy bien, lo haré lentamente.
Tu seguías cansado, pero era imposible no mirar lo que hacían. Estaban tan cerca que con solo alzar el brazo podías tocar la cabeza de Elpha. Aunque no estabas participando en el acto, pudiste notar en la expresión de Elpha que Larfu estaba comenzando a meterla.
-¡Woo wooo wooo! ¡Ohhh! – Dijo Elpha.
-¿Todo bien? – Preguntó Larfu preocupado.
-Sí… sí… pero… ¿La metiste entera?
-Todavía no, pero no hace falta meterla hasta el fondo, puedo meterla hasta aquí si quieres.
-Bueno, métela un poco más, no te preocupes, voy bien.
-Vale….
La expresión de Elpha era sorprendente. Al principio pensaste que quizás era una expresión de dolor por no estar muy excitada, pero no, lo que estaba sintiendo era el placer de una polla más grande y gruesa de lo habitual en su coño.
-Elpha, no tengas miedo de disfrutar ¿Vale? No estoy celoso. – Le dijiste a Elpha para que se relajase.
Lo divertido de tu frase fue que, mientras la decías, ahora sí, tu polla se estaba poniendo dura. Justo delante de la cara de Elpha.
-¿En serio? ¿Ahora vas a tener una erección? ¿Justo ahora? – Dijo Elpha, con una mezcla de indignación y risa de incredulidad.
-¿Quieres seguir tu Seri? – Preguntó Larfu.
-No, no te preocupes, aunque la tengo dura sigo hecho polvo, no creo que pudiese correrme y menos todavía ponerme a follar.
-Bueno, pero esto seguro que te gusta.
Entonces, sin previo aviso, Elpha acercó su boca a tu polla y comenzó a chuparla.
ACCIÓN: Comienza a masturbarte lentamente. Repito, por ahora, lentamente.
Chupar tu polla no parecía que le supusiese a Elpha ningún esfuerzo, estaba tan cerca que solo tuvo que bajar un poco su cabeza para conseguirlo. Su boca y su lengua te transmitían muchísima calidez. Sí, estabas agotado, pero sentías que una nueva fuerza brotaba de ti. Comenzaste a acariciar su cabeza con amabilidad mientras ella seguía chupando con suavidad.
Durante unos segundos Elpha intentó chuparla como otras veces te lo había hecho, pero se desconcentró rápidamente cuando Larfu comenzó a penetrarla con un poco más de intensidad. Era la primera vez que sentías un gemido de Elpha directamente en tu polla. No solo eso, las embestidas de Larfu también podías sentirlas ya que movían todo el cuerpo de Elpha y por ende, su cabeza, lo que provocaba que a veces sintieses sus dientes sobre tu pene.
Lo que parecía hace unos minutos imposible ahora parecía posible, volver a eyacular, por lo que decidiste avisar para intentar aprovechar también tu semen.
-Ahora creo que sí podré correrme, quiero hacerlo en tu boca Elpha. – Dijiste excitado.
-Si….. vale…..
Elpha intentó responder…¡pero apenas podía! No solo eso, había perdido la concentración por completo y le costaba mucho chupártela, ahora solo podía mantener tu polla en su boca, sin apenas mover su cabeza para darte placer. Tu quisiste ayudarla acariciándola y susurrándole algo al oído.
-No te preocupes por mí, disfruta con Larfu y haz que se corra de placer.
Subiste su cabeza con suavidad y sacaste tu polla de su boca. Aunque su cabeza seguía muy cerca de tu pene, comenzaste a masturbarte.
ACCIÓN: Mastúrbate a velocidad media.
El ambiente estaba cada vez más caldeado. Elpha estaba disfrutando mucho, podías sentirlo, y Larfu no podía evitar moverse cada vez más rápido. Aunque sus embestidas todavía estaban muy lejos de las que Sabrina solía exigirle. Bajo toda esa excitación, tu cuerpo pedía subir el ritmo de tu masturbación, pero realmente estabas tan cansado que apenas podías mantener el ritmo.
Y mientras tu luchabas contra el cansancio, Elpha parecía luchar por lo contrario, intentar aguantar al menos hasta que Larfu terminase, pero el estricto entrenamiento de Larfu en la cama parecía exigirle seguir durante al menos unos minutos más antes de poder terminar.
-¡Ahhhhh…. Ahhhhh…. Sigue…. noooo pares….!
Para sorpresa para todos, Elpha estaba llegando al orgasmo. Parecía irónico, erais vosotros lo que debíais llegar, no ella.
-¡Sigue! ¡Sigue! ¡Sigue!
Aunque las piernas de Elpha temblaban de placer y normalmente hubiese pedido un descanso, no quería permitirse el lujo de parar, vuestro semen era necesario. Las fuerzas le fallaban, pero también quería que Larfu terminase dentro de ella.
-Creo que me queda poco. -Dijo Larfu mientras agarraba la cintura de Elpha.
Ella, exhausta, apoyó su cabeza sobre una de tus piernas, justo al lado de tu pene, mientras tu seguías masturbándote.
-¡Ahhh! ¡Ahhh! ¡Ahhhh!
Elpha parecía estar disfrutando como una loca, pero cuando te vio masturbarte, intentó ayudarte llevando una de sus manos hacia tu polla. Aunque su intención era buena, a ella también le costaba ayudarte.
ACCIÓN: Mastúrbate rápido con las dos manos. No lo hagas poniendo una mano arriba y otra abajo. Haz que una mano agarre a la otra mano que sostiene tu pene.
La aportación de Elpha parecía más psicológica que física. Sentir su mano agarrando la mano con la que este estabas masturbando mientras su cara estaba muy cerca de tu polla te excitaba enormemente. Además, ella también intentaba ayudarte añadiendo el movimiento de su mano al tuyo, por lo que entre los dos conseguisteis subir el ritmo de tu masturbación más de lo que estabas consiguiendo tu solo.
Todo parecía estar llegando al climax. Larfu se movía con mucha tanta intensidad que incluso balanceaba la barca y Elpha estaba tan excitada que podías sentir su cara ardiendo sobre tu pierna.
De repente, los músculos de Elpha se tensaron y apretó su mano con fuerza sobre tu polla.
-¡Ahhhh! ¡Ahhhhhhhh!¡Ahhhhhhh! ¡Me corro!
Elpha estaba llegando a un segundo orgasmo y Larfu parecía estar también cerca de terminar.
-Elpha, abre la boca, voy a correrme. -Le dijiste excitado.
Ella abrió la boca combinándolo con un gran gemido, mientras tu doblaste un poco tu pene hacia ella para conseguir que todo entrase en su boca.
ACCIÓN: Córrete.
Al fin, tu semen comenzó a salir. Levantaste e inclinaste un poco la cadera hacia un lado para intentar no desperdiciar ni una sola gota de tu semen. Ella parecía muy complacida al recibirlo.
Larfu, que también había terminado, saco su pene lentamente. Elpha volvió a gemir con suavidad al sentirlo salir.
-¿Te ha gustado? Le preguntaste a Elpha.
-Sí, mucho. Respondió ella. -Pero me gusta más hacerlo contigo, que conste. No te ofendas Larfu.
-No pasa nada. – Dijo Larfu amablemente.
Sus palabras parecían sinceras, pero seguramente lo decía para hacerte sentir bien.
En un momento, Elpha recitó un hechizo y la temperatura subió a su alrededor.
-Ya he recobrado fuerzas mágicas y podré mantener este hechizo toda la noche, pero estoy agotada, creo que lo mejor será intentar dormir.
La idea era inmejorable. No solo estabas destrozado, la masturbación te había suministrado ese plus de somnolencia que se da a veces tras eyacular. Estabas deseando cerrar los ojos y dormir.
-Me parece bien. – Dijiste casi dormido.
-A mí también. – dijo Larfu.
-Intentemos descansar como podamos. Mañana será otro largo día. – Dijo por último Elpha antes de abrazarte a ti y cerrar los ojos.
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Esto es todo por ahora, espero que os haya gustado este capítulo.
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