Podcast Preguntitas, marzo de 2024: ¡Envíanos tus preguntas! (Patreon)
Published:
2024-03-11 06:00:02
Edited:
2024-03-11 07:35:06
Imported:
2024-12
Content
Aloha!
Como cada dos meses, venimos a responder vuestras preguntitas; las preguntazas también, por si había duda. Por si no llevas mucho tiempo por aquí, Preguntitas es nuestro podcast bimestral en el que respondemos a las cuestiones que nos planteáis desde los comentarios; podéis escuchar los que hemos hecho hasta ahora, que ya van siendo unos cuantos, en su colección correspondiente.
La manera de recopilar preguntas es la siguiente:
- Primero, pones un comentario con tu preguntita aquí abajo, en esta entrada. De esa forma tendremos todas las preguntas en un mismo sitio. Es por puro orden. No cuesta nada. Hacedlo por el orden.
- Después, cogemos las preguntitas y las seleccionamos. Vamos a seguir fijándonos enla cantidad de me gusta que tengan los comentarios, PERO también queremos introducir un punto extra de selección a dedo.
- Con esos ingredientes, prepararemos el experto cóctel sonoro que luego podréis verter directamente en vuestros oídos, usando el embudo de los auriculares o unos altavoces para conducir el flujo de podcasting hacia vuestros conductos auditivos. Hace al menos veinte palabras que esta metáfora se nos fue de las manos; veinte palabras y dos meses, porque literalmente hemos copiado y pegado esta lista de normas. Esta parte no, claro, esta parte la estamos escribiendo de nuevo para potenciar la sensación de trabajo manual que nos gusta dar a todo lo que hacemos. No queremos que penséis que nos conformamos con copiar y pegar. ¿Qué clase de cocteleros sónicos llevarían con orgullo ese honorable título si solo se limitaran a copiar y pegar lo que escribieron unos meses antes? Todavía recuerdo el día en que nos graduamos en la AEA (Academia Europea de Audiocócteles, el organismo que promueve, conserva y regula el buen uso de esta forma de contenido en audio; no confundir con el podcast corriente y moliente); éramos más jóvenes pero teníamos la misma ilusión que todavía tenemos hoy. Mientras nos abrazábamos y secábamos las lágrimas, por fin graduados después de tantos años de estudio y preocupaciones, me fijé en una ventana iluminada en la Sala de Máquinas, que era como llamábamos, en broma, al estudio de grabación en el que hacíamos las prácticas de edición, y que hacía doblete como sala de informática. Allí íbamos a aprender cómo se usaban los micrófonos, las mesas de mezclas, los amplificadores, pero también a consultar el email o, por qué no, a echar una partidilla a Yeti Sports cuando teníamos tiempo entre clase y clase. Sin decirle nada a nadie me acerqué a esa ventana iluminada, una luz tenue y parpadeante que no conseguía reconocer, y que sin duda era rara porque a esas horas, ese día, mientras todo el mundo se graduaba, la Sala de Máquinas tenía que estar cerrada y vacía. Sabía que algo raro pasaba; la sensación no era muy distinta a la que se tiene cuando sales de casa y no recuerdas si te has dejado algo encendido en la cocina. A medida que me acercaba fui confirmando mis sospechas, porque no eran las luces del techo lo que estaba encendido sino un único monitor, un ordenador solitario que iluminaba toda la estancia con su luz azul de quirófano, cortada únicamente por la sombra encorvada de la figura que había delante y que examinaba en silencio y a oscuras la pantalla. Me acerqué más. De pronto, pensé, había dos figuras encorvadas mirando dos cristales de los que salía luz: la de dentro, frente al cristal del monitor, y yo mismo, frente al cristal de la ventana. ¿Nos estaría mirando alguien desde ahí arriba, a través del cristal del cielo? Entrecerré los ojos para intentar ver con más detalle a la persona que había dentro, con curiosidad por saber quién era y también qué estaba mirando en el ordenador, qué veía en su pantalla, qué demonios era tan importante como para tener que hacerlo en medio de una ceremonia de graduación. Entonces lo pude ver: había un texto separado en tres puntos, y encima otro párrafo, y encima lo que parecía una ilustración en colores beige y gris que no supe reconocer del todo, y encima el título, que ponía: "Podcast Preguntitas, marzo de 2024: ¡Envíanos tus preguntas!" Me puse muy nervioso en ese momento, y sin saber muy bien por qué le di unos golpecitos al cristal de la ventana para llamar la atención de esa persona, a la que todavía no había podido ver la cara. Cual fue mi sorpresa cuando se giró, miró hacia mí y eras tú, que estás leyendo esto.
Así de fácil. Flipante, ¿no?
Nos escuchamos pronto. Firmado,
—Ministerio de la Duda